(282 palabras) A.I. Kuprin está impregnado de motivos de sinceridad, pureza e integridad de un sentimiento de amor, lo opuesto a la vulgaridad, el cinismo y la indiferencia. En sus primeros trabajos, uno de los cuales es "Lilac Bush", escrito por Kuprin en 1894, el autor analiza qué es el amor en sus manifestaciones más comunes, sobre el cual se construye la verdadera felicidad familiar, llena de armonía y comprensión. En su opinión, el papel de la mujer, la guardiana del hogar, cuya encarnación ideal es la imagen de Vera Almazova, es genial en esta esfera.
Nikolai y Vera Almazovs son una conmovedora pareja casada cuyo amor matrimonial se basa en el respeto mutuo, la confianza y la participación. La relación idílica de la pareja, en muchos aspectos, se debe a Vera Almazova, una heroína fiel, fiel y sacrificada, que ama infinitamente a su esposo y lo ayuda en todos sus esfuerzos. Faith apoya a su esposo, a veces sacrificando sus propios intereses, en nombre de sus éxitos y victorias: "Ella se negó a sí misma todo lo que necesitaba para crear consuelo para su esposo, aunque barato, pero aún necesario".
La mancha, accidentalmente plantada por el incómodo Nikolai en el dibujo del examen, podría ser un gran problema para el héroe, si no para Vera. Pone sus adornos y, con el dinero, contrata a un jardinero que planta arbustos de lilas en el lugar donde estaba la gota. Ella entiende que su esposo solo no puede hacer frente a los problemas, por lo tanto, está dispuesta a ayudarlo no solo de palabra, sino también de hecho. Vera Almazova es una mujer verdaderamente sabia que puede poner los intereses familiares por encima de los personales. Su energía y coraje no le dan desesperación a Nicholas, le enseñan a enfrentar cualquier problema con una cara alegre. Los valores de la vida de la heroína están en la felicidad y el bienestar de su esposo. Está contenta con sus éxitos, por lo tanto, está lista para asumir el papel de un aliado y asistente en todos sus asuntos. La comprensión, la amabilidad, la capacidad de compartir el dolor y la alegría de un ser querido hacen de Vera una heroína ideal, en la que se encarna la belleza y la profundidad del verdadero amor.