(376 palabras) La crueldad es parte de la naturaleza humana. Las personas a menudo son crueles y despiadadas entre sí, mientras no piensan en las posibles consecuencias de sus acciones. Pero en vano, porque la completa falta de simpatía con los demás puede tener consecuencias muy trágicas. Para verificar esto, analizaremos ejemplos de la literatura.
Entonces, en la obra "Tormenta eléctrica" de A. N. Ostrovsky, el comerciante Kabanikh es cruel con su familia. Ella actúa como una tirana casera, tanto para los niños nativos como para la nuera no amada. Ella controla cada una de sus acciones. Un jabalí puede insultar tranquilamente a cualquiera de ellos y simplemente reírse de él. Ella disfruta de su tiranía, considerándola la norma consagrada en Domostroy. La crueldad incontrolada y, por lo tanto, casi ilimitada de Kabanikh conduce a una terrible tragedia: la pobre Katerina, incapaz de soportar su vida bajo la presión de un comerciante sin alma, corre hacia el Volga y muere. Su propio hijo, angustiado por el dolor, culpa a su madre por todo. Pero ella no piensa en las consecuencias, e incluso la muerte de su nuera le es indiferente. Al mismo tiempo, pierde no solo al sumiso Tikhon, sino también al rebelde Varvara, que huye con Kudryash. El peligro de la crueldad se manifestó en sus consecuencias: el jabalí permaneció completamente solo, los niños la dejaron.
Otro ejemplo adecuado fue descrito por A. S. Pushkin en el drama "Boris Godunov". El personaje principal mató al heredero legítimo del trono para tomar el poder. Pero no tuvo en cuenta la tensión en la situación política, por lo que él mismo fue víctima de su propia crueldad. La gente sabía quién era responsable de la muerte del príncipe, y no dejaba que el asesino disfrutara de la regla. En todas partes Godunov fue asediado por la hostilidad, nadie lo apoyó. Los boyardos sonrieron a la cara, pero tramaron intrigas. Pushkin y Shuisky incluso guardaron silencio sobre el acercamiento de False Dmitry con el ejército enemigo. La crueldad de Boris arruinó su reputación, porque todos los bendecidos en el porche le reprocharon un crimen. Por lo tanto, el peligro de la crueldad radica en el hecho de que la persona que lo manifestó, la gente evitará. Su posición, ganada a tal precio, será muy precaria, ya que nada quiere apoyar a un tirano y un déspota.
La crueldad siempre afecta perniciosamente tanto a su objeto como a la persona que lo muestra. Destruye el alma de aquel en el que se ha hecho cargo, porque una persona cruel solo tiene un deseo bestial de demostrar su poder y fuerza. Tarde o temprano, todos le darán la espalda a esas personas, no serán amados y respetados, porque solo pueden infundir miedo, no más. La crueldad, en primer lugar, es peligrosa por la soledad, que cubre con un velo sombrío a un loco que se ha convertido en esclavo de su vicio.